Buscar este blog

viernes, 11 de julio de 2014

PODER DE DETERMINACIÓN

En aquellos diez años en los que podría llevar muerto había conocido: el dolor del desengaño; la frustración de una sociedad glamurosa a primera vista pero cicatera en su fondo con los humildes; la maldición de un Sísifo condenado a subir sudando su piedra laboral a las alturas para ver cómo indefectiblemente esta acababa cayendo al nivel más bajo del suelo, que era la desintegración misma de su bola de determinación; o incluso la negación de personalidad de todo un pueblo que trata, no obstante, de ser otro, alguien distinto y ¿mejor?

No entendía el mundo, aunque seguía conectado a su fuente de energía, dócil, obediente, olvidada hacía una década su frustrada revuelta particular, sin saber bien ni el sentido ni el rumbo de su vulgar singladura entre cientos de miles de millones de otros similares derroteros perdidos. Mas en el momento en que tomó conciencia de su voluntad y decidió repetir por segunda y definitiva vez el fracasado proyecto del fin de sí mismo, notó cómo el vello de sus brazos se erizaba, la polla se le endurecía y el sabor de su saliva se le hacía dulce en el paladar mientras mascullaba hacer lo que efectivamente había querido conseguir durante tanto tiempo: morir. 





1 comentario:

  1. Es un mundo difícil pero no imposible!! ¡¡Cuando descubres los verdaderos valores de la vida, todo te sabe a gloria!! ¡¡Amigo, excelente relato!! ¡¡Abrazo!!

    ResponderEliminar