Buscar este blog

sábado, 21 de junio de 2014

MARKETING DE SIRENA

Los cantos de sirena no te aguardan ya, oh, Simbad, en procelosos mares que un día abandonaste a su suerte y a la tuya, sino en cualquier recodo inesperado de tu línea telefónica financiada en sempiternas cuotas. Como los sabios marineros que antaño surcaron mil odiseas bajo el mando del bravo Ulises, tú también querrás taparte con cera los oídos al cruzar los bajíos costeros donde esas maravillosas criaturas de escamas plateadas acechan melodiosas tu despreocupado deambular, mas al rozar la tecla virtual de responder ya estarás irremediablemente  perdido, Simbad. Con atrayentes vocablos modulados al vaivén de olas entrechocadas, te mecerán en palabras murmuradas en susurros, musitadas en exclusiva en tu oído o gemidas en tal cascada gutural sonora, que jamás aclararás su arcano sentido hasta que llegue a tu correo electrónico, días después, la copia virtual contratada sin conciencia y sin memoria de haberlo hecho. Entonces ya no te imaginarás rubias y pelirrojas esas melenas ondulantes cual mareas de las ninfas de las ondas, ni entreverás con ojos cerrados sus pechos orondos y anfitriones de tus sienes rebosar sobre el teclado; entonces, Simbad, comprenderás por qué Homero nos previno ya sobre el futuro hace tantos, tantos siglos, que ya habíamos olvidado hasta el poder evocador de los cantos de sirena. 





2 comentarios:

  1. Me recorrí tu texto con un pie en la fantasía y otro en la aterradora realidad, y fue grandioso este paseo. Muy buen texto. Saludos.

    ResponderEliminar