Será que para ganar la alcaldía en esta villa
con una enorme mochila de "mouchos" tuve que andar,
darles empleo total y a vivir que son dos días.
Si yo solo les pedía sumisión a pies juntillas... ¡ay!
Yo, que tengo que aguantar chascarrillos sin final
que siempre riman con "Anido",
maldiciones de Fontán, cantos de acción sindical,
que el Hotel no quería cerrar, manifas en mis dominios...
A fuerza de hacer de malo, mis socios me crucificaron.
Si nombro coordinador, aquí no se mueve ni dios,
por algo soy el que ordena.
Os quisisteis sublevar; "cría cuervos y verás",
ya me lo dijo Negreira.
Os mandé al paro, pues yo...
Soy Ernesto el del Mandeo, el alcalde venidero....
Y te acercas y te vas: la jueza vuelve a husmear
si en Sada entró la Pokemon.
Que es una gran tentación meter a un cuñado o a dos
y pagar luego el favor con la concesión de un puerto...
Que esto está ya muy jodido y primero son mis amigos.
Si un día viniera Aznar para ir a jugar al pádel,
no me para ni mi madre, que quiero echar a volar,
marchar a la capital y por fin vivir a lo grande.
De tan cruda legislatura, mi ansia es profunda y oscura.
A salarios onerosos se habituaron mis ex-socios,
ahora que busquen trabajo.
O se lo pidan a su capo, que él tendrá buenos chanchullos
por algo Moncho era mucho.
Os mandé al paro, pues yo...
Soy Ernesto el del Mandeo, el alcalde venidero...
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