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jueves, 7 de noviembre de 2013

MIEXEMPRESA NO ES UN LANNISTER

Miexempresa, S.L. parece gallega porque está radicada en Betanzos —aunque quiere irse a una nave en Perillo (Oleiros) donde no le lluevan meados como en el local de ahora— y porque su dueño es de Sarria. Parece gallega, digo, pero no lo es porque los gallegos, como los Lannister, siempre pagamos nuestras deudas, mientras que Miexempresa, S.L. no quiere abonarme trescientos diecinueve cochinos euros de mi parte proporcional de paga de beneficios. Simplemente, razona ella que si en la fecha en la que se abonó esa pasta, abril de 2013, como a mí ya me habían echado de la plantilla, pues, no me corresponde. Supongo que, según ese razonamiento, Miexempresa, S.L. se habría quedado con todos los atrasos de los muchos curritos que ha despedido en sus más de diez años de glorioso y así explicable trepamiento económico en el pomposo sector tecnológico. Así se crecen las grandes firmas en este país, señores, a base de vampirizarse y chupar la sangre de sus obreros. Pero lo cierto es que yo contribuí a los beneficios del 2012 durante diez meses, hasta que un buen día, tras las vacaciones, me llamaron al despacho y dejé para siempre colgados dos interesantes cierres de ventas que no les importaron nada; se ve que el dueño de Miexempresa, S.L. estaba mucho más ocupado pensando en organizar, en plena crisis nacional de despidos, más cenas hawaianas donde le dieran mucha coba.

Como soy parada y pobre para meterme en pleitos, no podré nunca reclamar mi dinero en los juzgados, no me compensa; no obstante, tengo todo el derecho del mundo, y lo asumo, a la pataleta privada. Por eso, cada vez que mi exjefe me encuentre delante de sus ojos, no tendré reparos en repetirle la cantinela del dinero que me adeuda. Y espero que me encuentre en Betanzos, en Oleiros, en Sarria y ojalá también en sueños.

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