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miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA AFICIÓN DE VIVIR O VIVIR DE LA AFICIÓN

El Patio de Todos los Bosques era una especie de asociación internacional, de familia sin lazos de consanguineidad, de comunidad extraña caracterizada por el afán que compartían del primero al último de sus miembros respecto al placer de difundir entre los demás imágenes o descripciones botánicas de los árboles de sus entretelas. Hay que matizar que los ejemplares expuestos por los llamados peteberos (de las siglas de su organización) podían ser de su propiedad o no, lo mismo daba, el gusto estribaba quizás en reunirlos, indizarlos, glosarlos, describirlos, enseñarlos o lo que fuera que cada uno pretendiera con sus muestrarios verdes. De hecho, hicisen lo que hiciesen con su vida, fueran ejecutivos agresivos, parados, amos de casa o ingenieros informáticos en su privado respirar, todos encontraban cada cierto tiempo una horita de asueto para su común afición: el sano exhibicionismo de sus criaturas vegetales.

Naturalmente había un gurú, un avispado que comenzó la actividad y logró reunir bajo unas normas sencillas de comportamiento e interacción a más de trescientos de estos ecologistas de mostrador, por denominarlos de algún modo. Sin olvidar, por supuesto, al súper-anfitrión que facilitaba la exposición de los herbarios, y que a veces daba propinas a los colaboradores que mejor promocionaban la naturaleza. Hasta que un buen día, a la comunidad PTB se le ocurrió que, además de comprometerse a saludar a cada uno de los miembros, como tenían por educada costumbre normativa, podían pasar un minuto más en cada muestrario de los compañeros visitando por lo menos un anuncio del súper-anfitrión. Y colorín, colorado, el sueño de vivir de su afición se hizo un poco más verde realidad.


1 comentario:

  1. Google Plus nos facilitó desde el principio las cosas, la afluencia de bloggers fué muy generosa, de ahí con la ayuda de colaboradores muy integrados al ideal fué tomando forma la Comunidad PTB y sinceramente deseamos que surjan más comunidades tan ejemplares como esta.
    Gracias Sabela.

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