Buscar este blog

martes, 28 de mayo de 2013

ABISMO CONYUGAL

Al final de un tortuoso camino que bajó en declive hasta el abismo, el punto donde ahora se hallan.
-¡Devuélveme esas tetas que yo  pagué con mi sueldo, cabrona! ¡No te las vas a llevar, antes te las arranco de cuajo, son mías!
-Ya te las comiste cuantas veces quisiste estos cinco años... Las tengo más que amortizadas. Míralas, ahora se vienen conmigo donde no vuelvas a tenerlas nunca. Apártate de mí, déjame marchar...
-Cariño, no me hagas esto... mi amor, tú sabes que conmigo lo tienes todo, pero no puedes enfadarme, que entonces me pongo hecho un burro y después... —Trata de acariciarle el cardenal que le provocó días atrás junto a la mandíbula derecha— Tú sacas de mí todo lo bueno y lo malo.
-Tú solito puedes ser un ángel y un demonio... conmigo o sin mí. No me responsabilices de tus excesos; eres un  mierdas. Me voy; y no se te ocurra impedírmelo porque llamo a la policía... y esta vez no voy a retirar la denuncia, por mis muertos —Agarra el teléfono móvil con la diestra mientras se cuelga el bolso del hombro izquierdo.
-Puta, tú te quedas donde yo diga, entera o a trozos: tú eliges.
-............... Sí, siempre elijo yo, ¿sabes? Aquel niño que tanto querías y que me hubiera atado más a ti... no fue aborto espontáneo.
-¡Zorra! —Trata de empujarla con toda su rabia pero ella le atiza rauda con la lamparilla swarovski en la sien, primero, después en los cojones. Abandona la casa pisando sangre, sin mirar atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario