Buscar este blog

miércoles, 25 de junio de 2014

QUERIDO HIJO QUE NUNCA TENDRÉ

Querido hijo que nunca tendré:
No he querido que vinieses a un mundo que cada vez se parece menos a sí mismo y donde jamás podrás ver crecer olorosos pimientos en tu huerta como yo lo hice. En especial, porque no tengo ni tierrra para cultivar, ni conocimientos de agricultura, a pesar de que mis abuelos —los que hubiesen sido tus bisabuelos— se ganaron ambos la vida sembrando grano y recogiendo cosechas, criando vacas, cerdos, gallinas y ovejas, o haciendo mantequilla, quesos, jerseys de lana y hasta cestos de mimbre con tal pericia, que eran dueños y señores absolutos de su tiempo y de su tierra.
También mis padres te hubiesen podido enseñar a hacer cosas útiles y aprovechables para la especie, como por ejemplo, acero en altos hornos siderúrgicos, llevar la administración de un hogar obrero sacando ahorros de donde no los había para dar educación a los muchos hijos que nos sumamos a la mesa en la época del "baby boom", o, sobre todo, un idioma propio, casi secreto, que olvidaríamos mañana mismo si no lo hubiésemos mamado. 
Pero, querido no-hijo, siento que yo no te hubiera legado nada interesante que recordar, nada de todo aquello que pudimos haber conservado en los tiempos de la lucha obrera verdaderamente socialista y perdimos por miedo: la indefinición de los contratos —que aunque te parezca extraño era una bendición que te daba seguridad en ti mismo cuando lo firmabas—, las cuarenta horas semanales de jornada que acabaron por ser letras vacías en papel mojado, las vacaciones de treinta días naturales que solo unos poco privilegiados disfrutaban seguidas, los despidos indemnizados con cuarenta y cinco días por año trabajados, los salarios de tramitación mientras se arreglaban las cosas en el juzgado... en fin, tantas y tantas realidades que un día nos dejamos robar... que prefiero que jamás tengas que mirarme a la cara y avergonzarte de una madre pusilánime y cagada. 

Imagen modificada de http://www.quasarcomunicacion.com.ar/ansiedad/0522panico.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario