Rueda de prensa leída de corrido, sin derecho a preguntas, auque sí a ruegos. Obviar los textos entre paréntesis.
Buenos días. El Consejo de Ministros, tras fructíferas aunque arduas deliberaciones de trabajo conjunto, ha logrado, en bien de todos los ciudadanos que integran nuestra basta (¡je!) nación de Ñapaes, encontrar la única alternativa viable destinada a cortar de raíz la crisis económica que nos asedia. Dicha solución, que no puede ser definida con otro calificativo que el de brillante, consiste en dar por extinta o extinguida mediante Real Decreto, la crisis. Una vez publicado mañana en el BOÑ el documento, quedará absolutamente prohibido para cualquier ñapaés mayor de edad y en uso de sus facultades mentales, dentro y especialmente fuera del territorio, mencionar en alta voz y en público la susodicha palabra crisis, así como sus sinónimos escasez, carestía, inestabilidad, vicisitud, dificultad, problema, brete, trance, aprieto, apuro, escollo, recensión, depresión, o cualquier otro giro o sintagma que indique una debilidad económica, en referencia, claro está, al país. Para el resto de realidades, los vocablos, lógicamente, continúan desempeñando su significado habitual y serán susceptibles de uso corriente. El castigo a la desobediencia de este precepto será la pérdida de la nacionalidad y la deportación fulminante a Tahití (10-0, ¡ja!).
Por todo ello podemos decir sin empacho:
Ñapaneses, lo peor ha pasado, la crisis ha muerto.
Los ñapaoles son así... lo 'arreglan' todo a golpe de decreto, sin preguntas, sin explicaciones y sin dolor (porqué después de tanto recibir, los ñapaoles se han quedado únicamente como ñapa... sin olés!!)
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