Buscar este blog

miércoles, 9 de octubre de 2013

TE QUIERO VIRTUAL

—¿Ya estás otra vez wasapeando? Y las patatas, quemándose, claro. Tienes un problema, ¿eh? Esto está pasando de castaño a oscuro... —El hombre, que acaba de entrar en la cocina, se remanga la camisa y se dispone a retirar del fuego la sartén mientras habla y sacude la cabeza.
—...
—Pero, joder, llevas colgada del móvil dos horas, desde que salí de casa a buscar un puto curro. Tenías que limpiar los cristales y tender la colada... tampoco es tanto. Hostia, ¿qué cojones crees que ganas con esa mierda? ¿Amigos? ¿Amantes? ¿Seguidores? 
—...
—Por lo menos, respóndeme, ¿no?
—...
—Esto es inaguantable, ya no puedo más. Me largo... para siempre. ¿Me oyes?— El hombre está plantado en mitad de la sala mirando hacia la mujer, que, recostada en el sofá, todavía en pijama, no levanta cabeza ni pulgares de la pantalla de su Xperia —¿Me oyes?
—...
Tras el estruendoso portazo, el hombre ha salido como un relámpago kamikaze a la calle, no sin antes acordarse de recoger el móvil que había dejado olvidado por la mañana en la mesilla de noche de la izquierda, su lado de la cama. Al abrirlo, comienza a leer todos los whatsapps que su pareja le envió sin percatarse de su olvido, ni tampoco de su presencia hace unos minutos en la casa. Con lágrimas en los ojos, gira en redondo y regresa su cuerpo por donde ha venido, mientras escribe con sus pulgares:
"Te quiero, aunque ya solo seas virtual"
Entonces, recibe al instante respuesta:
"A veces no te entiendo, cari, pero vuelve pronto que ya tengo la comida"

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias, no siempre los móviles separan, supongo que será cuestión de adaptarnos.

      Eliminar
  2. Pues no diría yo que no a la posibilidad de un futuro así.

    ResponderEliminar